miércoles, 30 de septiembre de 2009

nada


del mar venias
trayendo entre tus manos
melodias de espuma
sueños de sol naciente
me prendiste tu sal
entre mi pecho y mis ojos
la boca salada
los ojos claros
como aguas verdes
en ese medano
encendimos el fuego
un leve crepitar
paseo por nuestra piel
el viento soplo suave
el amanecer
volver volver volver
a ser
a creer
a instaurar el orden
del ser puro
el que fuimos
el que somos
el que seremos
reparandonos del sueño perdido



No hay comentarios: